Meteorología: Ausencia de heladas de primavera. Nevadas escasas, fuertes vientos en enero y abundante humedad acumulada en invierno precedente. Verano muy seco, sin precipitaciones en los meses de julio y de agosto y con lluvia del orden de 40 litros en un solo día del mes de septiembre, en torno al 20.
Vegetación: Brotación con leve retraso pero después avance fácil por calor. Floración también retrasada y envero alargado durante el mes de agosto. El agostamiento de la hoja ha sido también tardío, posterior a la vendimia. Ciclo vegetativo de 210 días.
Fitopatología: Leve ataque de mildew en torno al 25 de mayo y oidio latente y recurrente en algunas zonas sin llegar a deterioro importante. Botrytis al finalizar la vendimia.
Maduración: Hasta el golpe de lluvia de septiembre el proceso de maduración de grado probable fue muy rápido. Se detiene durante una semana para proseguir de nuevo con rapidez. La baya ha sido relativamente gruesa, la de más peso de las cosechas del siglo XXI, con 2,2 gramos de media, cuando lo normal es 2,0 gramos. Las ceras del hollejo se formaron pronto, pero las levaduras saccharomyces no aparecieron sobre él hasta la época de vendimia. Es fácil encontrar en vendimia las bayas con semillas oscuras pero con vestigios de clorofila en la pulpa. Al final de la vendimia los ataques de botrytis fueron patentes. Mosto con menos nitrógeno y menos potasio que años precedentes y también con niveles de ácido málico bajos inferiores a 2,5 gramos, cuando lo normal es 3,2 gramos.
Fermentación vínica: Se desarrolla pronto y sin contrariedades. En algunos casos se manifiesta ralentización cuando se han formado 11º de alcohol, pero después prosiguen bien de un modo espontáneo. El grado medio es 13,5º y el pH del vino nuevo 3,7. La acidez volátil es 0,05 superior a la de años precedentes.
Desacidificación maloláctica: Se inicia pronto y fácilmente, con ralentización al alcanzar un gramo de málico. La pérdida de color en el proceso DML es, como otras campañas, del orden del 20% en intensidad de color y de 6 puntos en IPT.
© Manuel Ruiz Hernández, enero de 2010