Durante la maduración de la uva tempranillo en Rioja ocurre que, en algunas campañas, el aumento de peso de las bayas se detiene, estabiliza o retrocede durante quince días. Y ocurre en torno al día 15 de septiembre. Dos semanas antes de la vendimia.
- Todas las cosechas que después resultaron excelentes han presentado esta parada.
- Nuestras investigaciones revelan que el inicio de esta parada es una bifurcación que ocurre en todo viñedo.
- La bifurcación supone dos trayectorias.Sin parada:
- La baya prosigue su aumento de peso.
- La clorofila persiste en la pulpa.
- El grado asciende continuamente.
- El hollejo se estira.
- Acumula pocos antocianos, y son de muy fácil extracción, y el potasio aumenta constantemente.
- Resultan uvas de pH 3,7 y grado superior a 14º, persistiendo con clorofila.
- No se forman taninos y las semillas no se contraen, resultando vinos con escasa acidez, mucho grado, pocos antocianos y muy escaso tanino.
- Con hollejo blando y flujo máximo de polifenoles a densidad 1,06.
- La uva al tacto es elástica.
- Se detiene el aumento de peso.
- El grado asciende a ritmo bajo.
- La baya detiene génesis de azúcar y dedica el esfuerzo a polifenoles.
- El hollejo se endurece y suelta difícilmente los antocianos.
- Hay acumulación de taninos.
- El pH de la uva es 3,55.
- Las semillas se contraen y la clorofila desaparece.
- La graduación alcohólica del vino se modera y hay armonía en grado, polifenoles y acidez.
- El flujo máximo de polifenoles no se alcanza hasta densidad 1,003 del encubado.
- La uva al tacto es rígida.
- La clave en esta bifurcación es por bayas y depende del número de semillas en 100 bayas.
- Con un número bajo de semillas, inferior a 180 en 100 bayas, la parada es muy probable y sus efectos benéficos.
- Cuando se contabilizan más de 230 semillas en 100 bayas, la parada y sus efectos benéficos son improbables.
- Un sistema de riego y fertilización no ponderada tiende a formar más semillas por baya.
- La sequía estricta tiende a producir menos semillas.
© Manuel Ruiz Hernández y Ana Ruiz Pedreira, octubre de 2015