Una nueva preocupación parece cernirse sobre los hombres de la viña. El cambio climático, que es una evidencia y lo es por calentamiento, parece que va a ser argumento científico en asambleas y congresos vitivinícolas.
Incluso puede llegar a generarse la idea de necesidad de cepas nuevas, mejoradas genéticamente, para resistir a ese cambio.
La ciencia debe resolver problemas, pero no crearlos y en esta línea se pueden crear peligros ficticios o desviados o por desviación. Aunque nuestro compromiso principal lo es con la naturaleza, tanto en viña como en vino, nos vemos forzados a precisar nuestra opinión que puede ser de sosiego ante lo que parece situación límite.
En 1960, en localidad concreta de Rioja registramos producción de uva media por hectárea y año de 3.000 kg. Con grado 11, con acidez de 8 gramos por litro y materia nitrogenada asimilable de 0,1 gramos por litro.
En la campaña 2005 esa misma localidad produce en los mismos terrenos y la mismas variedades valores de 9.000 Kg/ha/año. Con graduación de 13°, acidez total de 5 gr/l y materia nitrogenada de 0,25 gr/l.
La gran corriente científica internacional parece defender la tesis, como razón de estos cambios, del cambio climático. Nosotros mantenemos la simple tesis de la fertilización.
La tesis del cambio climático puede explicar el aumento de grado. También, por calentamiento, se explicaría la pérdida de acidez. Pero no puede explicar, puesto que naturalmente es opuesto, el aumento de rendimiento de uva por hectárea que se ha multiplicado por tres y, dudosamente, podría razonarse por clima el aumento de nitrógeno en la uva.
En cambio nuestra tesis fertilizante puede explicar todo. A través de fertilización se entiende el aumento de uva por hectárea. El aumento de grado, la pérdida de acidez y el aumento de materia nitrogenada.
Si se deduce que el cambio es global también es global el cambio fertilizante. Y precisamente por esta globalidad fertilizante que no ha sido simultánea sino distanciada al menos veinte años de unos países a otros, podemos razonar la no validez de la tesis del calentamiento, puesto que el calentamiento ha sido simultáneo.
© Manuel Ruiz Hernández, marzo de 2006